A fin de regresar al reino de los cielos, el cual perdimos por causa de nuestros pecados, primero debemos ser perdonados de esos pecados. La pascua es la verdad de Dios que nos permite entrar en el reino celestial después de obtener el perdón de pecados.
Lc. 4:17-21 『Y se le dio el libro del profeta Isaías; […] me ha enviado a […] pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos […]. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.』
Algunos preguntan por quiénes han sido tomados cautivos los hombres. Jesús liberó a su pueblo de sus pecados y del poder del diablo, mediante su preciosa sangre, la sangre del Cordero de la pascua.
Ro. 6:22 『Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.』
La historia de los israelitas que entraron en el desierto después de emanciparse de Egipto por medio de la sangre del Cordero de la pascua, muestra que en los tiempos del Nuevo Testamento, los que coman la carne de Jesús, el Cordero de la pascua, y beban su sangre, entrarán en el desierto espiritual después de ser liberados de los pecados (1 Co. 10:1-12).